El filial se impone en la prórroga ante el CD Cuarte con dos goles de Carlos Kevin (2-1) y disputará la nueva categoría. Los azulgranas consiguen el ansiado objetivo en el agónico play-off.
La Sociedad Deportiva Huesca B logró el ansiado objetivo del ascenso a Segunda División RFEF en la prórroga de la agónica final del play-off de ascenso ante el CD Cuarte en San Jorge (2-1). Dos goles de Carlos Kevin bastaron para lograr una meta que con muchísimo trabajo buscaron los de Dani Aso durante toda la temporada. No lo lograron por muy poco de forma directa en la fase de ascenso, pero sí lo certificaron este domingo en un complicadísimo play-off. ¡Enhorabuena, azulgranas!
Tocó levantarse pronto y en un escenario distinto, pero el filial, sea como fuere, no estaba dispuesto a hincar su rodilla. No esta vez, no en una final de play-off delante de su gente. Unos pocos aficionados que fueron unos afortunados, la minoría permitida en esas instalaciones. Pero que se dejaron la piel como si hubiera presentes los ocho mil espectadores en El Alcoraz prepandemia.
Ese mensaje lo captó el equipo de Dani Aso, que jugó como si se tratara de las 12:00. La energía de la pequeña grada se contagió en el once azulgrana en forma de ocasiones. Y esto fue creciendo conforme llegaban las ocasiones locales, el Cuarte todavía no se había levantado, cuando el Huesca ya había tenido un par de ocasiones para abrir el marcador por mediación de Carlos Kevin. El filial volvía a estar a un paso del ascenso, y no iba a permitir que otro equipo lo celebrase mientras ellos caían rendidos en el césped. Y ahora más que nunca, en esta fase de eliminatorias, se demostró que eso de que de los errores se aprende, no es un tópico. La primera prueba fue contra un Binéfar que le endosó 5 en casa, al que acabaron dominando en semifinales; ahora, el Cuarte, un conjunto contra el que se perdieron muchas de las opciones de ascenso en la segunda fase, después de caer en su casa.
Se cambiaron las tornas, los oscenses fueron protagonistas de principio a fin en el partido. No hubo color, pese a que el marcador reflejara lo contrario y se forzara la prórroga. El Huesca fue un equipo voluntarioso. Todos presionaban, todos eran verticales, todos se animaban entre ellos cuando el rival empató cuando menos lo merecía. El éxtasis llegó a la media hora de encuentro, mucho se resistió el primer gol. Carlos Kevin anotó de cabeza un caramelo de Arjona a balón parado para demostrar que esta vez no se iba a escapar el triunfo (1-0). Poco después, en una acción puntual, Desús empató también con un testarazo.
La cabezonería del Huesca no fue suficiente para llevarse el partido en el tiempo reglamentario. El desgaste físico era enorme y Dani Aso movió el banquillo. Se marcharon Abizanda, Hugo y Carrasco, que hicieron un partidazo mayúsculo. En su lugar, entraron Oriol, Manu Galán y Barba. La frescura de los jugadores se notó y aportaron ese puntito de energía que le había faltado al filial en metros finales tras tantos trotes.
En el minuto 10′ de la primera mitad de la prórroga, se logró el desempate por mediación de Carlos Kevin de nuevo (2-1). Todavía quedaba mucho, pero por cómo se vivió pareció ser el definitivo. Y así fue, los oscenses acabaron derramando champagne. El equipo consiguió llegar donde, echando la vista atrás, al lugar donde estaba el primer equipo. Además de la heróica gesta de ir a ascenso por año desde que se creó el proyecto. Unos datos que sin duda, dan larga vida a la cantera azulgrana.